“¿Apuestas deportivas?” – esta publicidad hacía que cualquiera que viera películas en las redes sociales se estremeciera. Imposible de ignorar: el sonido alto, las imágenes brillantes y el redoble de tambores provocan una descarga de hormonas. De forma similar funciona el negocio en sí.
La publicidad de apuestas promete montañas de oro a cambio de pequeñas inversiones. Juega con el pensamiento mitológico y la fe en los milagros, que aún siguen vivos en el hombre moderno. Sin embargo, solo vemos historias de éxito en la pantalla, mientras que en la realidad vemos a personas que lo han perdido todo en las apuestas y se han quedado con deudas millonarias.
Analicemos por qué es imposible enriquecerse con las apuestas y por qué hay tantas ganas de creer en la suerte, incluso después de una gran pérdida.
Cómo Funcionan las Apuestas Deportivas
Las apuestas se realizan en casas de apuestas, que son intermediarios entre los participantes (apostadores, jugadores). Recolectan el dinero y distribuyen las ganancias.
Hoy en día, casi todas las casas de apuestas funcionan online. Para apostar, debes registrarte en el sitio web o en la aplicación y verificar tus datos personales.
De forma simplificada, la interacción con las casas de apuestas es así:
- Registro en el sitio web o aplicación.
- Verificación de identidad (se necesitan datos del pasaporte).
- Depósito de dinero en la cuenta.
- Apuestas a través del sitio web o la aplicación.
- En caso de ganar, retiro de dinero o nueva apuesta.
No profundizaremos en la descripción de las líneas, las cuotas, los handicaps y otros detalles técnicos. Este tema requiere un artículo aparte, aquí lo explicaré de forma simplificada.
Se puede apostar no solo al resultado del partido, sino también a los tiros de esquina, saques de banda, penaltis, faltas. Para cada evento, la casa de apuestas calcula una probabilidad, que se refleja en el coeficiente. Este mismo coeficiente muestra cuánto se puede ganar.
Por ejemplo, si apuestas 100 soles a la victoria de un equipo con un coeficiente de 3.5, la ganancia será de 350 soles, y el beneficio neto de 250 soles. Si gana el otro equipo, la casa de apuestas se queda con la apuesta (100 soles). Volveré a esto más adelante…
Una pregunta lógica es si es peligroso registrarse en casas de apuestas, ya que requieren el documento de identidad o pasaporte. Las propias casas de apuestas afirman que registrarse en casas de apuestas legales no representa ningún peligro. Cumplen con las leyes, incluyendo las de datos personales, e incluso pagan impuestos sobre las ganancias.
Las casas de apuestas legales operan bajo licencias emitidas por autoridades reconocidas internacionalmente, como la Malta Gaming Authority o la UK Gambling Commission, lo que garantiza su regulación y transparencia a nivel global.
Cómo verificar la legalidad de una casa de apuestas:
- Entra en su sitio web y busca los escaneos de la licencia y el certificado de registro.
- Busca por nombre, número de identificación fiscal y número de registro estatal en el sitio web de la autoridad fiscal.
- Verifica en las clasificaciones de casas de apuestas.
Lo que definitivamente no debes hacer es apostar en casas de apuestas ilegales. En primer lugar, es una violación de la ley, y en segundo lugar, no hay garantías de seguridad para tus datos y tu dinero.
Por Qué las Estrategias No Funcionan
Los optimistas creen que lo principal es elaborar una estrategia. En realidad, las casas de apuestas funcionan de tal manera que a largo plazo siempre acabarás perdiendo. Las casas de apuestas cuentan con un potente análisis, algoritmos matemáticos, así como con la manipulación de las cuentas de los usuarios y los resultados de los deportistas.
El análisis no se puede superar
Cada casa de apuestas tiene un equipo de analistas que calculan los resultados probables de los partidos. Tienen en cuenta la ubicación, el clima, la composición del equipo en el partido y otras decenas de factores. Es necesario tener un gran conocimiento del deporte para predecir los partidos con la misma precisión que las casas de apuestas.
Los algoritmos no se pueden engañar
Supongamos que apuestas mil soles al resultado de un partido. Los equipos son poco conocidos, las posibilidades de ganar son de 1:1. La lógica sugiere que o bien perderás tus mil soles, o bien ganarás otros tantos.
Las casas de apuestas nunca hacen esto. Reducen el coeficiente y, en caso de que ganes, no te pagarán mil soles, sino, digamos, novecientos. Es decir, ganan no solo con los que pierden, sino también con los que ganan.
Manipulando los coeficientes, las casas de apuestas también crean la ilusión de una victoria segura. Los jugadores apuestan gustosamente por un equipo que tiene una probabilidad de 5:1, y caen en la trampa. Incluso un favorito reconocido puede perder o empatar.
Se puede ganar, pero no se puede retirar
El jugador crea una cuenta personal solo después de la autorización, y las casas de apuestas pueden rastrear cuánto ha ganado cada uno.
Las casas de apuestas pequeñas pueden simplemente bloquear una cuenta con una gran ganancia por “violación de las reglas”. Las grandes requieren que se verifique la identidad. Por ejemplo, solicitan una foto con el pasaporte o una reunión personal.
Luego, pueden rechazar la foto, y posponer las reuniones durante una semana, un mes o dos. Durante todo este tiempo, el dinero permanece en la cuenta del jugador, y no se puede retirar. Tarde o temprano, el jugador no aguanta, apuesta las ganancias y las pierde.
Siempre Se Puede Llegar a un Acuerdo
Los partidos amañados, encargados o con guion son una realidad en el deporte profesional. Solo en 2022, la agencia suiza “Sportradar” detectó 152 partidos sospechosos en Brasil, 92 en Rusia y 56 en República Checa.
En el foco de “Sportradar” se encuentran regularmente no solo los deportistas, sino también los árbitros. Después de todo, se puede apostar no solo al resultado del partido, sino también a otros eventos, como las faltas. ¿Hace falta decir que un árbitro experimentado siempre encontrará una razón para mostrar una tarjeta?
Los deportes más corruptos son el fútbol y el baloncesto. En los deportes individuales, los riesgos también son altos, ya que es más fácil sobornar a uno o dos deportistas que a un equipo.
De Dónde Vienen las Deudas
Los algoritmos que trabajan para las casas de apuestas son solo la mitad del problema. Las verdaderas catástrofes financieras de las personas están provocadas por las emociones. Más concretamente, por las reacciones químicas en el cerebro que no permiten detenerse a tiempo.
La culpa la tiene la dopamina
Cuando apostamos, se activa en el cerebro el centro de recompensa, y aumenta el nivel de dopamina en la sangre, una de las hormonas del placer. Es interesante porque se libera al anticipar, no al obtener el resultado.
La dopamina es el principal combustible de la motivación. Es muy difícil resistirse a su influencia. La libera el sistema límbico, que es mucho más antiguo que la corteza prefrontal, responsable del control y la lógica. En presencia de dopamina, se fijan los patrones de comportamiento exitosos, también influye en la memoria, la atención y la fisiología.
La dopamina se puede comparar con un optimista indomable al que la vida no enseña nada. Nos grita: “¡Haz esto, estará bien!” Cuando la niebla de dopamina se disipa, entendemos que no ha salido bien.
La estrategia evolutivamente correcta es activar la lógica y buscar otras fuentes de placer. Pero a veces falla y se forma una dependencia malsana de acciones conscientemente destructivas.
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Un mecanismo similar lleva a catástrofes financieras en los mercados bursátiles. Pero en general, en las inversiones hay menos emociones y más lógica. No apuestan por su moneda o empresa favorita, no están tan atrapados por el entusiasmo.
Cómo se Forma la Dependencia
La adicción al juego tiene muchos nombres: ludopatía, juego patológico, adicción al juego. La esencia es la misma: la persona no puede detenerse. En su sangre hierve un cóctel hormonal que no le permite evaluar la situación con serenidad y salvarse.
Las señales de alarma de la ludopatía son las mismas que en otros tipos de adicción:
- La persona se deja llevar por las emociones: se excita cuando gana, y cae en la desesperación cuando pierde.
- Pierde interés en sus antiguas aficiones, está constantemente en el tema de las apuestas, solo habla de ellas.
- Duerme poco, come poco, se cuida poco.
- El juego requiere cada vez más tiempo y dinero.
- Por el juego, se endeuda, pide préstamos, puede hacer algo ilegal.
En la base de la adicción están las prioridades alteradas. El ludópata ya no piensa si se puede ganar dinero con las apuestas. Está obsesionado con el deseo de ganar. Verbalmente puede tener objetivos: comprar un coche, pagar una hipoteca, llevar a su familia de vacaciones. Pero el dinero ganado no lo retira, sino que vuelve a apostar.
¡Atención! Este es el posible retrato de una persona propensa a la adicción:
- No experimenta emociones fuertes en la vida cotidiana.
- Está rodeado de personas apasionadas por los juegos de azar.
- Está convencido de que cualquier problema se puede resolver con dinero.
En el grupo de riesgo se encuentran las personas que crecieron en familias con adicciones. A menudo se enganchan a la dopamina antes de aprender a analizar. Incluso con la edad, les cuesta comprender que su entusiasmo es el combustible del negocio ajeno, y que en la vida hay muchas otras alegrías.
Una persona con adicción pasa por tres etapas:
- Euforia. En esta etapa, las ganancias alegran, y las pérdidas se consideran casualidad. Parece que se ha encontrado la estrategia correcta o se han alineado ciertas “corrientes energéticas” y así será siempre.
- Entusiasmo. La primera gran pérdida provoca el deseo de recuperarse. La persona está segura de que un poco más y volverá a tener suerte; ya no sigue una estrategia, sino sus emociones. En el mejor de los casos, perderá varias veces seguidas y se retirará. En el peor, se endeudará.
- Decepción. Las deudas crecen como una bola de nieve. Pueden producirse grandes ganancias, pero se gastan en nuevas apuestas. Aumenta la ansiedad, el pánico, la sensación de catástrofe.
Añaden leña al fuego las publicaciones y artículos de supuestos jugadores exitosos que “han entendido el sistema” y “ganan de forma estable”.
En realidad, ganar dinero con las apuestas es una lucha contra los tiburones del negocio del juego, en la que no se puede ganar.
Cómo Otros Ganan Dinero con las Apuestas
Probablemente, cada uno tiene un amigo que supuestamente gana dinero constantemente con las apuestas o conoce a alguien así. Detrás de sus historias puede haber:
- Lo deseado por lo real. Las redes sociales nos han enseñado a crear una imagen ideal: callar lo malo y contar lo bueno. En la vida real, esto también funciona.
- Sustitución de conceptos. Se puede ganar dinero con las apuestas de diferentes maneras: por ejemplo, no jugando uno mismo, sino vendiendo pronósticos. Este vendedor no responde del resultado de los partidos y no arriesga dinero, ya que lo recibe en cualquier caso.
- Intento de involucrar. Es posible que a tu conocido le aburra jugar solo. O tal vez sea un corredor de apuestas encubierto.
En principio, si se conoce bien un deporte concreto y se apuesta de vez en cuando, se pueden ganar pequeñas cantidades. Estos jugadores no llaman la atención, es poco probable que los bloqueen o los engañen con el pago. Pero no se puede contar con un ingreso estable y una gran ganancia.
Ten cuidado cuando te ofrezcan ganar dinero rápido y mucho. La suerte es cambiante e impredecible. Sin embargo, es bastante predecible cuando hay un gran negocio detrás.