El deseo de parecer excesivamente educado lleva a algunas personas a cometer errores graves al comunicarse con los demás. Debes comprender qué “buenas” costumbres realmente arruinan las relaciones y deshacerte de ellas.
#1. Insistir en pagar la cuenta
Muchos intentan así demostrar su generosidad y sorprender a quien cenan o toman café. Pero el interlocutor puede decidir que la persona intenta demostrar su poder y no cree que el otro sea capaz de ocuparse solo de sus gastos.
Ofrecer pagar la cuenta solo es adecuado una vez. Si el interlocutor quiere pagar completamente el banquete o quiere dividir la cuenta, debes respetar su opinión.
#2. Dar consejos
Hay personas que viven esperando la oportunidad de dar un buen consejo. Se consideran expertas en muchas áreas y confían en que otros deben aplicar su experiencia vital. Estas personas pueden guiarse por el deseo de ayudar, pero su insistencia a menudo se percibe como una falta de respeto.
Deja de dar consejos no solicitados si no quieres estropear la opinión que tienen de ti. Es más, incluso si te piden que compartas tu opinión, piensa si realmente es necesario hacerlo. Tal vez lo que vayas a decir suene ofensivo o haga que el interlocutor piense que lo consideras una persona poco inteligente.

#3. Decir “te ves cansado”
Algunos usan esta frase para enfatizar que no les es indiferente la persona y notan que algo le pasa. Pero este “complemento” y otros similares decepcionarán más al interlocutor que lo predispondrán a un diálogo franco. Más aún, la apariencia de cansancio puede deberse a un maquillaje fallido, ropa de un tono inadecuado y otros detalles que no tienen nada que ver con dolencias físicas.
La próxima vez que quieras mostrar preocupación por otra persona, pregúntale cómo se siente y si quiere descansar juntos. Así demostrarás que realmente te preocupas por tu ser querido, pero no lo harás dudar de que se ve bien.
#4. Disculparse constantemente
Esta costumbre a menudo se forma en personas que temen los conflictos, dependen de los demás, sufren por una baja autoestima y asumen demasiada responsabilidad. Algunos simplemente están seguros de que si piden disculpas constantemente, los demás decidirán que están junto a una persona extremadamente educada.
Debes disculparte solo en los casos en que realmente te equivocaste y lo lamentas. Antes de decirle a otra persona “perdón”, piensa si tiene sentido.

#5. Terminar las frases de los demás
Puede que lo hagas para enfatizar que estás en sintonía con el interlocutor y lo entiendes perfectamente. Pero aquel a quien interrumpes decidirá que su discurso te parece demasiado lento y aburrido o que simplemente eres maleducada. El problema también radica en que reconocer en uno mismo la costumbre de terminar las frases de los demás puede ser muy difícil.
La próxima vez que hables con alguien, concéntrate en tus reacciones. Tal vez comprendas que necesitas convertirte en un oyente más atento y mostrar más respeto a la otra persona.
#6. Decir siempre “sí”
Hay personas que no saben negarse a los demás. Dicen “sí” cuando tienen que hacer algo desagradable, por miedo a ser rechazadas. Es muy importante para ellas causar una buena impresión en los demás, y por ello están dispuestas a sacrificar su comodidad.
Sin embargo, las personas que nunca dicen que no rara vez son respetadas. Algunos, cuando comprenden que hay una persona débil cerca, comienzan a usarla.
Por ejemplo, pueden incitarla a hacer tonterías, pedirle dinero prestado y no devolverlo, reírse en su cara. Por lo tanto, es importante controlar tu comportamiento y notar cuándo y con quién muestras debilidad con más frecuencia.
#7. Felicitar por los cambios de peso
Puede que para animar a una amiga, a menudo le digas: “¡Oh, cuánto has adelgazado!” o “¡Tus caderas se han vuelto más redondas y femeninas!“. Pero es mejor no hacer este tipo de cumplidos. Puede resultar que la chica está perdiendo o ganando peso rápidamente debido a una enfermedad grave y preferiría verse como antes. También es posible que simplemente haya elegido una imagen adecuada y ahora pensará que el resto del tiempo no se ve tan atractiva.
Acostúmbrate a hacer solo cumplidos seguros y apropiados, si no quieres perder la confianza de tus seres queridos. La próxima vez, en lugar de enfatizar que tu amiga ha perdido peso, dile que el nuevo vestido le sienta muy bien o que combina perfectamente con el color de sus ojos.
#8. Mantener constantemente el contacto físico
No hay nada extraño en el deseo de abrazar a tu ser querido o a tu amiga al encontrarte. Pero debes entender que no todas las personas son táctiles. En tu círculo social puede haber quienes prefieren un “hola” clásico o un apretón de manos a los abrazos fuertes. Respeta el espacio personal de estas personas y no les impongas tus ideas sobre cómo deben saludarse los conocidos.
Comprender que tienes cerca a una persona no táctil es muy sencillo. Observa cómo se comporta con otras personas y cómo reacciona a tus caricias.
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